Desde la llegada de Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos, se ha comentado (e incluso promovido) un eventual "viraje" en materia de política de libre competencia en ese país.
Se dice que durante el gobierno de George Bush Jr. se habría producido un estancamiento en la materia, en el sentido que no se habría aplicado con rigor mínimo la institucionalidad antitrust. Ello, en desmedro de competidores y consumidores.
Volvemos a las viejas preguntas sobre los fundamentos últimos de un sistema de libre competencia: ¿Cuándo debe estimarse que se está frente a un daño anticompetitivo? ¿A quién debe proteger preponderantemente el sistema: consumidores, competidores o el mercado en su conjunto?
El NY Times en su editorial de ayer presenta una posición clara y proactiva. Ver acá.
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